30 noviembre, 2013
El ingenio del Maro.
El 7 de febrero de 1505, la reina Juana, necesitada de fondos para pagar los gastos ocasionados por los funerales de su madre, doña Isabel, fallecida en noviembre del año anterior, y para financiar la armada que se había dispuesto para vigilar la costa del reino de Granada, vendió Maro, que había sido abandonado por sus pobladores moriscos, a su secretario Gaspar de Gricio, convirtiéndolo en señorío territorial.
Varias décadas después, en diciembre de 1582 Felipe de Armengol, licenciado y abogado de la Real Audiencia de Granada, compró el lugar de Maro a Juan de Gricio, nieto de Gaspar de Gricio. Con esta compra, Felipe de Armengol pretendía introducir en sus tierras de Maro el cultivo de la caña dulce producción y el negocio del azúcar, que había alcanzado un gran desarrollo en la costa granadina y ahora vivía momentos de expansión propiciada por la ciudad de Vélez Málaga . Una de las empresas de Armengol consistió en el establecimiento de un ingenio azucarero que ya se estaba edificando a comienzos de1585; en 1586 estaba concluido y realizaba la primera molienda.
Se puede ver una versión en color/blanco y negro, pasando el ratón por encima de la imagen.
La importancia del ingenio de Maro ha sido enorme para esta localidad, pues durante casi cuatrocientos años, el cultivo de la caña y la producción azucarera han sido la actividad económica casi exclusiva de esta zona y sus gentes, y las relaciones económicas, sociales y de poder establecidas entre los propietarios, sus intermediarios y los pobladores han marcado y definido a la sociedad mareña hasta fechas muy recientes.
El ingenio de Maro era un establecimiento preindustrial al que los campesinos y tierras que lo rodeaban debían procurar un abastecimiento constante de cañas, que usaba para molerlas la energía hidráulica proporcionada por una acequia.
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El ingenio de Maro estuvo activo hasta la década de los 70 del siglo XIX en que sufrió un incendio. En 1879, su entonces propietario, Joaquín Pérez del Pulgar construyó la moderna fábrica “San Joaquín”, equipada con maquinaria a vapor, que reemplazó al obsoleto ingenio en la fabricación del azúcar. Azucarera de Maro. Fabrica de azúcar de San Joaquín.
Muy cercana y vinculada al ingenio y la población de maro está la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas que es es la patrona del pueblo. La iglesia data del siglo XVII aunque más tarde fue reformada y ampliada. Se encuentra situada en una plaza junto a un gran mirador desde donde se contempla el mar y justo encima del Ingenio de Maro . Es un templo pequeño de arquitectura popular; durante el mes de septiembre tiene lugar su fiesta, en la que la imagen de la Virgen es paseada en procesión por las calles del pueblo.
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Varias décadas después, en diciembre de 1582 Felipe de Armengol, licenciado y abogado de la Real Audiencia de Granada, compró el lugar de Maro a Juan de Gricio, nieto de Gaspar de Gricio. Con esta compra, Felipe de Armengol pretendía introducir en sus tierras de Maro el cultivo de la caña dulce producción y el negocio del azúcar, que había alcanzado un gran desarrollo en la costa granadina y ahora vivía momentos de expansión propiciada por la ciudad de Vélez Málaga . Una de las empresas de Armengol consistió en el establecimiento de un ingenio azucarero que ya se estaba edificando a comienzos de1585; en 1586 estaba concluido y realizaba la primera molienda.
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La importancia del ingenio de Maro ha sido enorme para esta localidad, pues durante casi cuatrocientos años, el cultivo de la caña y la producción azucarera han sido la actividad económica casi exclusiva de esta zona y sus gentes, y las relaciones económicas, sociales y de poder establecidas entre los propietarios, sus intermediarios y los pobladores han marcado y definido a la sociedad mareña hasta fechas muy recientes.
El ingenio de Maro era un establecimiento preindustrial al que los campesinos y tierras que lo rodeaban debían procurar un abastecimiento constante de cañas, que usaba para molerlas la energía hidráulica proporcionada por una acequia.
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El ingenio de Maro estuvo activo hasta la década de los 70 del siglo XIX en que sufrió un incendio. En 1879, su entonces propietario, Joaquín Pérez del Pulgar construyó la moderna fábrica “San Joaquín”, equipada con maquinaria a vapor, que reemplazó al obsoleto ingenio en la fabricación del azúcar. Azucarera de Maro. Fabrica de azúcar de San Joaquín.
Muy cercana y vinculada al ingenio y la población de maro está la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas que es es la patrona del pueblo. La iglesia data del siglo XVII aunque más tarde fue reformada y ampliada. Se encuentra situada en una plaza junto a un gran mirador desde donde se contempla el mar y justo encima del Ingenio de Maro . Es un templo pequeño de arquitectura popular; durante el mes de septiembre tiene lugar su fiesta, en la que la imagen de la Virgen es paseada en procesión por las calles del pueblo.
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Etiquetas:Arquitectura/monumentos,Málaga
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