15 octubre, 2015

Parque natural de La Breña


   El parque no es solo bosque, su extensión comprende también una franja marítima de gran valor natural y paisajístico y unos acantilados que llegan a los 100 metros de altura que albergan una población muy variada de flora y fauna.
   Debido al material de la pared del acantilado, éste se disgrega en grandes bloques que posteriormente se van rompiendo con el oleaje, por lo que a lo largo de la historia ha ido retrocediendo, dejando en el fondo del mar una sucesión de rocas sobre sustrato arenoso. Este fondo marino propicia un rico hábitat de especies, con profusión de algas, moluscos y todo tipo de peces, lo que justifica la protección dentro del parque de 1 milla náutica a lo largo de todo el acantilado.


Exif: f8, ISO200, 1/500 sec.
     Nikon D700, 24mm.


    En el acantilado también se produce el efecto espray salino, en el que la espuma de las olas al chocar con las rocas es elevada por el viento y salpica toda la pared, formando en ella depósitos de sal. Esta curiosa mezcla de sal y surgencias de agua dulce provoca la aparición de una vegetación diversa, desde especies halófitas hasta musgos, higueras y zarzas.


Exif: f8, ISO200, 1/500 sec.
     Nikon D700, 24mm.
Panorámica vertical con tres tomas horizontales.



   El acantilado de la Breña alcanza los 100 m de altura sobre el mar en su punto más elevado, donde se encuentra la Torre del Tajo, una antigua torre de vigilancia del siglo XVI. El acantilado está formado básicamente por roca calcarenita con capas horizontales de margas arenosas impermeables, lo que provoca que los acuíferos del monte superior surjan en distintos puntos de la pared del acantilado, formando los famosos Caños que dan nombre a la localidad de Los Caños de Meca.


Exif: f8, ISO200, 1/500 sec.
     Nikon D700, 24mm.Panorámica horizontal con tres tomas horizontales.

Fuentes: WikipediA: Parque natural de La Breña y Marismas del Barbate

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